La Organización Mundial de la Salud define a la salud como el mejor estado de bienestar integral, físico, mental y social, que una persona pueda alcanzar y no solamente como la ausencia de enfermedades.
La salud integral es la principal condición del desarrollo humano y lo cierto es que poco nos preocupamos por cuidarla, conservarla y potenciarla. Se le dice salud integral, porque el estado de bienestar ideal, solamente se logra cuando hay un equilibrio entre los factores físicos, biológicos, emocionales, mentales, espirituales y sociales, que permiten un adecuado crecimiento y desarrollo en todos los ámbitos de la vida.
Para que un ser humano tenga un óptimo desarrollo es indispensable que posea salud, ya que con ella desarrolla capacidades y habilidades como persona individual y única. En la actualidad son varios los problemas que afectan la salud: estrés, ansiedad, depresión, problemas cardiovasculares, diabetes, osteoporosis, tabaquismo, alcoholismo, drogadicción, etc., todos estos problemas, generalmente nosotros mismos los provocamos, por falta de oxigenación, mala hidratación y alimentación, o falta de atención integral hacia nuestro cuerpo, mente y espíritu y esto afecta directamente nuestra calidad de vida.
¿Por qué LA OXIGENACIÓN HIPERBÁRICA ES VITAL?
El porcentaje de oxígeno en aire es del 21%, por debajo del 12% las personas sufren muerte hipóxica. El 90% de la población en ciudades padece diferentes grados de hipoxia (falta de oxígeno). Esto es debido a la declinación del oxígeno atmosférico a causa de gases tóxicos y contaminantes de industrias, humos de automóviles, pesticidas, etc., a nuestro estilo de vida actual, comida “rápida”, que disminuye la cantidad de oxígeno que tenemos en el cuerpo, enfermedades e infecciones que consumen mayor cantidad de oxígeno conforme el cuerpo lucha contra las bacterias, al stress emocional que provoca que los órganos más importantes como son el cerebro y el corazón requieran de mayor cantidad de oxígeno para realizar sus funciones, al dispararse la producción de hormonas, principalmente la adrenalina.
SÍNTOMAS DE LA DEFICIENCIA DE OXÍGENO
Stress y depresión, acidez estomacal, dolores musculares y de tendones, desordenes de la piel, problemas circulatorios, desordenes digestivos, tristeza, cansancio, infecciones bacterianas, virales y por parásitos, sistema inmunológico débil, dolores de cabeza, mareo y confusión, alta presión y fatiga extrema, infecciones y gripes recurrentes, palpitaciones, envejecimiento prematuro, pérdida de memoria, desordenes del sueño perdida de movilidad articular y musculares, dificultad para quedase embarazada, hipertensión, debilidad sexual, perdida de pelo.